21 octubre 2009

Editorial

Ya lo veíamos venir. La cosa ya se puso dura, no es para asustarse pero sí, como decía mi abuela, para tomar medidas drásticas y necesarias. Meretrices se encuentra en una etapa de remodelación, el primer anuncio, y quizá el más importante, es que comenzará a circular cada dos meses; es decir, será una revista bimestral. Los artículos, la sección de narrativa y poesía seguirán manteniendo la misma calidad de siempre pero cambiará el diseño, aumentará la distribución y extensión regional y mejorará su calidad y su formalidad en las entregas. Tendremos, pues, más tiempo para hacer las cosas mejor.

Aprovecho entonces para pedirte tu comprensión y renovarte el compromiso. Tres años mantuvimos una correspondencia contigo, lector. Un trabajo arduo pero hecho con mucho corazón, una idea inicial de la que no nos despegamos en los tres años de andar, muchos colaboradores, cientos de textos en sus hojas, mucha confianza y amistad y todo, hasta hoy, ha sido gracias a ti.

Este es el momento de cambiar y lo haremos con responsabilidad y el sentido profesional que nos caracteriza. Ya lo había anticipado, México sufre uno de sus momentos más precarios. Hemos degenerado, con la anuencia tácita del pueblo, nuestra clase política en una manada de corruptos a los que no les importa nuestro estado actual. Y he aquí el inicio de las consecuencias. Incluso contemplamos la posibilidad de terminar el ciclo de Meretrices, darle un fin que afortunadamente no es necesario. En estos tiempos, en lugar de sentarnos a criticar la barda del vecino, el sueldo del chofer del presidente, el sobrepeso del secretario, lo caras que están las tortillas; sacamos lo mejor de nosotros y trabajamos con más fervor y empeño. La depresión sólo nos llegará cuando tengamos la certeza de no haber hecho la parte que nos toca. Porque si la revista se acaba, y el proyecto concluye, ten por seguro, apreciado lector, que nuestro amor por la cultura y por las artes jamás terminará.
Gracias por seguir con nosotros en esta nueva aventura.

Mario Z Puglisi
Director General

DEPRESIÓN




Desgraciadamente no se ha difundido mucho sobre el tema de la depresión, falta mucha información acerca de esta enfermedad. Es imposible que nuestras autoridades no hayan implementado una propuesta de ley que legisle y regule a la Secretaria de Salud e Instituciones para la asesoría, diagnóstico y tratamiento de la enfermedad, para que se atienda adecuadamente al enfermo según lo requiera. Que se brinde apoyo psicoterapéutico a los alumnos en etapas tempranas, que se asigne a un psicólogo pero que sea de forma grupal o por lo menos, por grado y no únicamente uno por plantel, en la escuelas no existe un sistema que pueda ayudar al diagnóstico y al tratamiento de niños que padecen depresión, ocasionada quizá, por vivir en un ambiente familiar depresivo.

Me parece increíble que, siendo el porcentaje tan alto de enfermos (porque es una enfermedad), no se haga lo suficiente. En México, uno de cada 10 adultos padece depresión y se calcula que 10 millones más tienen ese problema sin saberlo. Diversos estudios mostraron que de 1999 al 2003, el porcentaje de personas afectadas por este mal se triplicó debido a los grados de estrés a los que se someten algunas personas; no es de extrañar, entonces, que alrededor del 40 por ciento de la población económicamente activa sea víctima de esta enfermedad1.

Lamentable que ni una dependencia de gobierno proponga una campaña de difusión para hablar abiertamente de este tema pero bien estructurada, articulada, fundamentada, de forma masiva, organizada y con apoyo de todos los medios informativos; las grandes televisoras no han tenido esa visión o iniciativa. Que no sea únicamente algún movimiento de unos cuantos, que no quede en sólo una propuesta, de alguna universidad o instituto, se requiere algo en conjunto cooperar y colaborar todos los medios necesarios para difundir la prevención de la enfermedad.

Es por una buena causa, no es necesario llevarse el crédito, el reconocimiento o los aplausos de tener la exclusiva de esta campaña. Sé que se ha hecho algo acerca de este tema, pero son sólo esfuerzos aislados; nada en conjunto. Si se crean e implementan campañas contra violencia intrafamiliar, drogadicción, alcoholismo, anorexia, bulimia, etc., por qué no irse al origen de esos males que afectan a nuestra sociedad que seguramente es esa terrible enfermedad llamada depresión.

¿Qué no se han dado cuenta de que hay que difundir? Se necesita informar que la depresión es un mal que aqueja a nuestra sociedad, a nuestros jóvenes, y más preocupante aún, a nuestros niños que son el futuro de este país. Pero de continuar en la ignorancia ¿qué futuro puede esperarse?

Si un niño crece estando en continuo contacto con algún miembro de su familia que padece esta terrible enfermedad llamada depresión, ¿qué personalidad tendrá?, y ¿qué forma de ver la vida desarrollara? Recordemos que el ser humano tiende siempre a imitar conductas del entorno donde habita…por favor tratemos de concientizar a la sociedad, de lo que es realmente la depresión y de sus consecuencias.

Necesitamos olvidarnos de tabúes, quitar esas ataduras sin dogmatizar, sin prejuicios que acaban siendo en perjuicio de nosotros mismos, de nuestros hijos, padres, hermanos, y nuestros ancianos pues este mal terrible no distingue sexo, edad o status social. ¡¡Caramba…una depresión da lugar a una personalidad insegura, a un deterioro del ser humano, a no aprender correctamente en la escuela en cualquier etapa, afecta laboral y familiarmente!! La depresión puede ser el origen de una familia disfuncional y más terrible aún, origina dependencias, vicios, (alcoholismo y drogadicción) personalidad obsesivo-compulsiva; y lo preocupante, es que una depresión severa puede terminar en un suicidio. Hagamos algo por favor, ¡porque es algo que puede pasarle a cualquiera!

Se necesita crear medios y espacios informativos, foros de asesoría, que las autoridades implementen programas para concientizar a la ciudadanía, que las grandes empresas, dueñas de los medios masivos de comunicación hagan campañas. Apelo a todos los medios necesarios para que se cree una fundación para ayudar, apoyar y dar asesoría a la población, de lo que es la depresión, sus consecuencias y sus tratamientos. La depresión es una enfermedad clínica (patológica) como cualquier otra y como tal puede acabar en la muerte del enfermo. Necesitamos despertar, abrir los ojos y hacer algo.

*

Se define como depresión a la sensación de sentirse triste, decaído emocionalmente y perder el interés en las cosas que antes se disfrutaban. Cabe mencionar que la depresión es una enfermedad patológica, como la diabetes o la artritis y no sólo una sensación de tristeza o desanimo.

Esta enfermedad, como la mayoría, va progresando cada día, afectando los pensamientos, los sentimientos, la salud física y la forma de comportarse.

La depresión no es culpa de la persona que la padece, así como tampoco es una debilidad de la personalidad, es una enfermedad médica, que es muy frecuente y puede afectarnos a cualquiera y en cualquier etapa de nuestra vida; en porcentaje, 1 de cada 10 la padecen, siendo el doble de mujeres que de hombres.

La depresión puede ser originada por diversas causas.
* Herencia genética.
* Otras enfermedades.
* Cierto tipo de medicamentos.
* uso de drogas o de alcohol
* Otros problemas mentales (psiquiátricos)
1(Instituto Nacional De Psiquiatría Ramón De La Fuente) http://www.inprf.org.mx

Eutanasia o adopción,
¿Cuál es la mejor opción?

En México existen muchos shelters y centros antirrábicos, en ellos se trata de ayudar (¿?) a la creciente población de perros y gatos que va en aumento por causa de la población humana que permite que éstos se reproduzcan sin ningún control. La causa es monetaria en su mayoría ya que los costos de castraciones y esterlisaciones ha subido y como la mayor parte de los dueños de estos animales son de escasos recursos no las pueden costear. Los extranjeros que viven como repatriados en nuestro país suelen crear centros de adopción para estos animales. Pero al adoptar un perro de uno de estos centros uno tiene que dar un donativo de más de doscientos pesos por el animal que aseguran que ya está desparasitado y vacunado. Es esta “garantía” lo que la gente paga, así como el hecho de que estos animales ya se encuentran operados o castrados para evitar su reproducción.

También está el caso de los animales que no alcanzan a llegar a un shelter y que agonizan en la calle, o de los animales que a pesar de tener “dueños” éstos se encuentran en pésimo estado de salud y llenos de parásitos que los van devorando por dentro. Esta muerte lenta y peor aún ante los ojos de un ser “humano” (o más bien inhumano) que por causas de la economía no compra los medicamentos necesarios para evitar las enfermedades que pueden llegar a ser un riesgo para la salud humana también.

Así como las autoridades del sector salud se preocupan por dar una vez al año de forma gratuita la vacuna antirrábica a todos los perros y gatos que conviven con humanos en todos los rincones de la república, deberían de dejar de venderse ante las farmacéuticas veterinarias que sólo quieren lucrar con los demás medicamentos, las pulgas, lombrices, y garrapatas así como con algunas de las enfermedades que estos animales pueden transportar; son problemas para los humanos. Además, la vida, pareja, de todos, no sólo de la especie humana debería de ser cuidada, respetada y supervisada la salud de todos estos seres que habitamos sobre la tierra por los gobiernos. Ya basta con sólo darles importancia a los humanos, las mascotas y animales que terminan en las calles deberían de también dejar de ser un negocio y se les debería dar la importancia necesaria tan sólo por ser seres vivos.

Esta protección también se debe de expandir a la fauna salvaje que ya sea protegida o desprotegida, de todos modos pasan los niños aventando piedras y matando a inocentes criaturas como pajaritos, lagartijas y ardillas o ratas. A veces ves a algunos depredadores humanos aún matando a animales que ya casi están extintos y “les vale” que sean de alguna especie protegida, de todos modos ¿quién refuerza estas leyes? Los policías locales de las pequeñas localidades apenas y pueden servir para mantener el orden entre los humanos, y los ministerios públicos de plano sólo son burócratas que piden seis copias de cualquier denuncia para que ellos junto con otros cinco ineptos disque lean lo que dice el papel y después citar a las personas involucradas, para terminar sellando el expediente como un asunto de archivo muerto donde se quedarán todas esas toneladas de papeles que alguna vez fueron árboles y que precisamente eran el hogar de los animales salvajes que seguirán siendo atacados sin tregua hasta que la extinción se encargue de su lamentable predicamento.

Espero en lo personal, no estar viva el día en que en las noticias se diga: “los humanos somos los únicos animales que quedamos sobre la faz de la tierra”. Porque realmente no me gustaría decirles a mis descendientes que no hice nada para detener el exterminio de los animales. Yo admito haber sido, algún día, de esos dueños que no vacunaban ni desparasitaban a sus mascotas. Y lamento mucho no haberlo hecho, gracias a mis descuidos, muchos pequeños seres vivos murieron bajo mi cuidado. Yo en lo personal odio la hipocresía y hoy me doy cuenta que eso estaba haciendo, decía que era una gran protectora de los derechos de los animales y no protegía a mis propias mascotas de cosas tan simples como parásitos externos e internos que me los arrebataban.

Peter es un perrito ratonero, que después de hacer una pausa en mi vida, y apenas cuando estaba empezando a formar una vida nueva, en la cual pudiera cuidar adecuadamente de los seres que amo, mi familia, llegó a vivir conmigo. Esta era la prueba para ver si me podría comprometer en totalidad a otro ser vivo. El animalito estaba en los huesos y pertenecía a una señora que era como yo antes, que no cuidaba de esos asesinos diminutos a su mascota. Los parásitos ya se salían con sus heces de lo cundido que estaba el pobre animalito. Así que me lo robé. Lo llevé al veterinario al día siguiente de adoptarlo y en pocas semanas gozaba de excelente salud, con sus debidas vacunas y desparasitado, y con un collar mata pulgas alrededor de su cuello.

Tomás llegó en cuanto yo sentí que Peter ya estaba en camino a ser una mascota sana y segura para hacerme compañía. Tommy es un gatito europeo de pelo largo, gris con blanco que medio comía con unas vecinas en el pueblito ribereño donde me mudé a fines de julio del 2008. En cuanto a mis mascotas anteriores, Kitty, mi gatita siamesa, es la única que aún sé dónde está y espero poderla recuperar y traer a mi vida; y claro, esta vez también será adecuadamente atendida para que goce de buena salud. Me está costando una cantidad de dinero que ahueca mi bolsillo pero esta colaboración, será para mostrarles que puedo ser lo suficientemente responsable como para poder vivir con otros seres en este mundo.

Aquí pido a las autoridades por último que ellos sean responsables de toda la vida en este planeta. Que realmente apoyen a las asociaciones de voluntarios que dedican su tiempo para tratar de ayudar con esta creciente y abundante situación de animales enfermos que nadie quiere. Las desparasitaciones, las esterilizaciones y todas las vacunas deberían de ser gratuitas, porque mientras haya gente lucrando con la salud, seguirá la enfermedad. El problema no va a desaparecer jamás mientras la economía esté de por medio. La gente no va a pagar quince pesos por una pastilla para matar lombrices cuando tienen que juntarlos para el siguiente kilo de tortillas que su familia comerá ese día. Piénsenlo, si los animales no se enfermaran, la gente no los tiraría a la calle, entonces no terminarían en shelters, donde no se tendría que tomar la dolorosa decisión entre la eutanasia o la adopción.

Paloma Arau

EL AROMA DE LAS COSAS


A Verónica Ortiz




De vez en cuando me quedo sentado durante largos ratos frente al retrato aquél de las calles de Paris, con la torre Eiffel al fondo, esperando ver a alguna silueta familiar, o la sombra que me anuncie su presencia.


Sin querer esta rutina fanática es ya parte de mi vida, como lo fue Verónica durante mucho tiempo, no puedo dejar de reconocer que la extraño y por eso la busco entre los viejos trazos de aquella obra que gustaba tanto.

Un día hace ya varios meses ella simplemente dijo sin levantar la mirada de una revista que traía consigo:

–Huele a color rojo.

En principio la miramos extrañados, pero luego le sonreímos complacientes y continuamos cada cual con lo suyo. Verónica era muy capaz de sentir el olor de los colores y otras cosas extrañas.

Otra vez en su casa, la notamos silenciosa. Cuando pregunté si estaba bien, respondió:

–No, no estoy. Estoy allá.

Y señaló la pintura ante la cual me rindo ahora con especial delectación, lo más curioso es que durante el resto de la tarde no volvió a emitir sonido alguno, sin importar que estuviera acompañada, no hice el menor intento por regresarla a mi lado, ya que la felicidad podía leerse en sus ojos casi siempre tristes, el color de sus mejillas se había encendido y su tez adquirió un tono tostado, como si hubiera estado caminando bajo el rayo del sol durante horas.

Antes de despedirnos, me contó que en Europa hacía frío, que las calles eran sombrías y que el Sena no brillaba tanto al sol del atardecer como había imaginado.

En otra oportunidad y para hacerle una broma le pedí que me recibiera con los ojos cerrados, cuando estuve a su lado, le solicité me describiera el color de mi camisa sin voltear a verme, y después de una pequeña pausa con una sonrisa maliciosa me dijo:

Tu camisa es del color del arcoiris.

Había comprado en efecto una camisa de rayas de colores exclusivamente para esa broma y al parecer el burlado fui yo.

A veces su mirada me daba temor, la sentía atravesarme y continuar detrás de mí, como si todos los átomos que me constituyen se moviesen para dar paso al espectro de sus ojos. Después Verónica sonreía y se convertía en ternura.

Sonreía porque según ella en la plaza un niño había montado su bicicleta por primera vez, o porque a un hombre el viento le había volado la bufanda mientras cruzaba la avenida, o también por que estuvo presente a través de su mirada en los primeros pasos de una niña con vestido color rosa. Claro que desde donde estaba no podía ver ni plaza, ni avenida, ni niña, ocultos a sus ojos tras paredes de concreto y estructuras de hierro macizo.

O tal vez sí podía, tal vez los átomos de toda materia existente cedían ante la penetrante mirada de Verónica, y se hacían a un lado gentiles brindándole paisajes siempre sin secretos.

Así era ella. Así de dulce, así de extraña. Con el pasar de los meses aprendí a entenderla y hasta algunas veces llegué a preguntarle, por ejemplo, de que color era la bufanda voladora. «Blanca», respondía con total seguridad. Y era indudable que una bufanda blanca había cabalgado el viento en la calle más transitada.

Hace tres meses fui a visitarla como era mi costumbre, su madre me hizo pasar a la sala donde supuestamente se encontraba, al no verla por ningún lado le avisé a su familia.

–Habrá salido sin avisar, pero quédate a esperarla –me ofreció esa siempre amable mujer.

Después de un rato me sentí un tanto incómodo y me despedí, posteriormente me enteré de la búsqueda policíaca que su familia emprendió para encontrarla, inclusive fui citado por un detective para responder algunas preguntas.

Nadie me creyó. Decían que estaba loco, que nadie puede sentir el aroma de las cosas y conocer sus colores a través del olfato. Me mandaron al psiquiatra y se olvidaron de mí.

Hace ya mes y medio que la madre de Verónica accedió a regalarme el cuadro que tanto le gustaba, lo hizo según me dijo el doctor con la buena disposición de que se arreglen mis problemas “mentales”.

Yo estoy seguro de que lo que pasó, fue que alguno de los paisajes que visitaba fue demasiado hermoso para abandonarlo, y su mente quedó allí, eterna viajera de tiempos y espacios imposibles. Quizá decidió cambiar la realidad por un niño montando su bicicleta, y latir reviviendo una y otra vez la emoción del primer intento, en ese lugar mágico donde es posible oler el color rojo.

Por eso es que me acerco hasta la pintura y la miro fijamente. Estoy absolutamente seguro que algún día, si pongo la suficiente atención, la veré paseando por las callecitas de París.



Fernando Villaseñor Ulloa

ALERTA MAXIMA
NUESTRO MAÍZ EN ALTO RIEZGO.

Documento de Publicación simultanea

Desde hace algunos años, la tecnología llegó al campo y con ella el desarrollo de nuevas formas y maneras de sembrar, cosechar y producir. Hasta allí todo iba bien, más aún, cuando los Gobiernos preocupados por los problemas de alimentación encontraron la forma de obtener mayor rendimiento por hectárea, mayor tamaño, aspecto y apariencia de sus frutos. Fue así como nacieron empresas que tratando de dar una imagen de soluciones para la alimentación, crean a base de tecnología una modificación de las características naturales propias de la semilla de cualquier cultivo, logrando con ello, manipular la información genética, esto es, la esencia natural de la misma semilla, modificando con ello las características de la descendencia (léase cultivos) logrando así una serie de supuestas ventajas en los productos del campo. Es así como llegan empresas trasnacionales como Monsanto, Dupont, Dow, entre otras, todas ellas con la aparente intención de dar solución al problema del campo y la alimentación, situación que resultó tan sólo una gran excusa, una mascara de tal pretexto que significaría ganancias multimillonarias para dichas empresas. El problema estaría por venir cuando decenas de investigadores en el mundo, como Jeffrey Smith, Kirk Azevedo, David Suzuki entre otros; algunas instituciones de estudio y ciencia como la Universidad de Illinois, el Instituto Noruego de Ecología y Genética, la Universidad de Columbia, Etc. levantan la voz para alertar al mundo sobre los grandes riesgos que esta nueva tecnología lleva consigo al no contar con los suficientes estudios y pruebas que demuestren no ser dañinos, a corto y largo plazo para el hombre, el medio ambiente y las diferentes especies; más aún cuando se han logrado acumular pruebas de que por el contario existen cambios importantes en el organismo humano como resultado de consumir productos que hayan sido modificados en sus semillas (genes): esto es los productos genéticamente modificados (GM por sus siglas en inglés). Sabemos hoy en día que estos productos estarían modificando de tal manera el ambiente interno de nuestro organismo que predisponen muy intensamente al desarrollo de neoplasias (cánceres) en el organismo del ser humano, el cual no fue hecho para introducirle supuestos alimentos que han sido previamente manipulados por la mano del mismo hombre a través de laboratorios muy sofisticados. Hoy en día como resultado de otras investigaciones serias, que se han desarrollado paralelamente a esta nueva tecnología, sabemos el riesgo potencial que corremos como especie al estar ingiriendo alimentos procesados con esta serie de cambios en su composición natural. Pero ¿qué hay de la tierra, el campo y los cultivos? Es precisamente la batalla a librar por estos días en nuestro querido México. El maíz, alimento raíz de nuestra cultura, base innegable de la alimentación del Pueblo se encuentra en serios peligros, en peligro tal que hablaríamos de la desaparición del maíz autóctono, esto es del maíz original al que estamos acostumbrados, del maíz que hemos estado cultivando, de ese mismo maíz que cultivaron nuestros antepasados, que nos han heredado y que forma parte de nuestra esencia como mexicanos. Ahora resulta que nos lo cambiarían, mañosamente y con engaños por uno u otras especies que disque mejoradas. Es así como se viene conjurando la mayor patraña de traición y engaño para el pueblo mexicano, en estos días autoridades del Servicio Nacional de Sanidad Inocuidad y Calidad Agroalimentaria (Senasica) se encuentran a punto de aprobar alrededor de más de 20 solicitudes de siembra experimental de maíz transgénico en el campo mexicano, situación que la misma Ley les prohibió sembrar en sus propios campos en los Estados Unidos. ¿Por qué ahora dichas trasnacionales quieren sembrar en nuestros campos? Si esto se autoriza el maíz y el campo corren el riesgo de contaminarse y como dije antes, de perderse. El problema radica en que las tierras que se siembren con semilla de maíz genéticamente modificado se contaminan, y no podrán ser utilizadas para siembra del maíz original, como antes lo hacíamos. Los campesinos que de alguna manera accedan sus tierras rentándolas, prestándolas, etc., verán a vuelta de siembra el fracaso cuando se las intenten regresar y no puedan más cultivar porque ésta ha sido contaminada.

El responsable de tomar la decisión es el Sr Enrique Sánchez, director de Sinasica, a quien mañosamente le ha cedido tal responsabilidad el Sr Alberto Cárdenas, Secretario de Agricultura y ex gobernador de Jalisco, quienes al parecer a cambio de intereses mezquinos serían capaces de traicionar al campo y pueblo de México. Si el Sr. Sánchez aprueba estas solicitudes que ya antes debieron pasar por la cámara, estarán violando la Ley Internacional de Bioseguridad de Organismos Genéticamente Modificados y con ello poniendo en alto riesgo nuestro patrimonio agrícola y cultural más importante.

Desde que los transgénicos vieron la posible luz en nuestro México su historia ha sido plagada de irregularidades, ilegalidad, trampas y mentiras por parte del Sr. Alberto Cárdenas y otros funcionarios que al parecer se han vendido para servir a las compañías trasnacionales como Monsanto. Hoy en día este largo y sinuoso camino está a punto de tocar su parte más delicada si permitimos que se siembre y cultive legalmente esta clase de Maíz precisamente en su cuna misma, nuestras tierras. A pesar de que hasta el momento aparentemente no ha habido permiso de siembra en nuestro México, ya se han presentado casos de contaminación con maíz transgénico en estados como Veracruz, Guanajuato, Sinaloa, Puebla, Chihuahua y el propio Distrito Federal.

Si se autorizara la siembra por parte del propio gobierno se sentaría un pésimo antecedente; ya se estarían violando leyes y reglamentos ya establecidos en la norma internacional. Tal procedimiento sería totalmente ilegal desde muchos puntos de vista, citaríamos algún ejemplo:

1.-Al pasar por alto un proceso adecuado de consulta como lo especifica la Ley Federal de Procedimiento Administrativo Respectivo.

2.- Al ignorar las propuestas de cerca de siete mil personas que participaron en la consulta pública de régimen especial de protección al maíz, en donde se pedía se le protegiera de forma efectiva.

3.- Viola el principio precautorio del que hace mención el protocolo de Cartagena firmado por el propio estado mexicano.

4.- Viola las medidas de Bioseguridad para el régimen de protección especial al maíz y las propias normas oficiales mexicanas.

Cabe señalar que todo esto no es ajeno al conocimiento de la Presidencia de la República, pues en varias ocasiones se han realizado marchas de protesta hasta las mismas puertas de Los Pinos por diversos grupos preocupados del problema, por lo que la entrega de la libre soberanía de las tierras de la nación a empresas extranjeras a través de una supuesta mejor tecnología y sus probadas consecuencias a mediano y largo plazo lo que podrá también alcanzar, a través del juicio de la historia al presidente Calderón, como quien pudiendo y no queriendo permitió dicha nefasta infamia a la nación y pueblo de México. ¡Basta ya de que México sea el basurero de otras naciones! ¡Basta ya de que lo no permitido en los campos agrícolas del vecino país del norte se trate de permitir en suelo mexicano!

En estos momentos: ¿A dónde se habría ido la soberanía nacional y la defensa de nuestros derechos y tradiciones? ¡Basta ya de engaños, de negociar estando de por medio la Salud y bienestar del pueblo!

Pregunto a quienes, ostentando el poder, se rasgan las vestiduras hablando de soberanía nacional, mientras por debajo de la mesa pactan conveniencias personales obedeciendo a intereses obscuros de extranjeros.

¿Pero qué debemos hacer como mexicanos ante tal amenaza ?

Los campesinos de México no se dejarán engañar por aquéllos que les ofrezcan un aparente mejor rendimiento de sus tierras cambiando de semilla y comprando así a las trasnacionales semillas manipuladas genéticamente. Deberán tener presente que a cambio de unos cuantos pesos rentarán sus tierras las que recuperarán seguramente inservibles al paso de algún tiempo, precisamente por estar ya contaminadas.

Y para todos, tomar la bandera de la responsabilidad, alzar la voz, señalar, no creer de primera intención, serían acciones más que convenientes. Escribe una carta a Enrique Sánchez y a Alberto Cárdenas, es fácil hacer oír tu voz por México, por tus hijos; corre la voz, exijámosles cumplir cabalmente con su responsabilidad de servidores públicos de los intereses de los Ciudadanos, de los Mexicanos, no de las compañías extranjeras, no de intereses corruptos y obscuros, que protejan nuestro maíz, “o que renuncien”.

Aun es tiempo Escribe una carta por correo electrónico a:

Resulta fácil, ya hemos empezado la tarea, todos necesitamos del apoyo de todos. Hagámoslo ahora, actúa ya porque la realidad es ahora, por tu patria hoy.


Por: J. Manuel Córdova Cervantes


Para saber más: Genetic Roulette. Jeffrey M. Smith
This Organic Life . Joan Dye Gussow.



www.greenpeace.org
18-8-2009 México Entrevista de la CNN, a Marie-Monique Robin El mundo según Monsanto . 20-7-2009 Brasil Monsanto arrebata la producción de etanol
www.rel-uita.org/companias/monsanto/index.htm
www.prensarural.org/spip/spip.php?mot73
Transgénicos: El prontuario criminal de Monsanto Por Fernando Glenza Agencia Prensa Mercosur
www.aldearural.com/subcategorias/documentacion/monsanto.htm
Efecto bumerán en Monsanto . En Estados Unidos los agricultores han tenido que abandonar cinco mil hectáreas de soja transgénica y otras cincuenta mil están gravemente ...
www.reluita.org/companias/monsanto/efecto_bumerang_monsanto.htm
Noticias del diario mexicano La Jornada ... Se emplearía sin pasar por un periodo de prueba de 10 años, indispensable en países ricos
www.jornada.unam.mx/2007/05/22/index.php?section=sociedad&article=036n1soc
Siguen todas las acciones de resistencias contra Monsanto por todo el mundo con un click sobre la región deseada Toda la información de la lucha contra Monsanto país por país.
www.combat-monsanto.es/spip.php?rubrique10
Quien controle las semillas controlará la alimentación del planeta, por lo tanto controlará el mundo. Esta frase es la esencia (su verdadero eslogan) del negocio de Monsanto, el...
www.rebelion.org/noticia.php?id=83966
Entró en vigor la ley Monsanto?; el beneficio, para trasnacionales: expertos angélica enciso l. (La Jornada) 2005-05-04 méxico d.f. Este 2 de mayo entró en vigor la Ley de ..
www.ciepac.org/campanas/monsanto.php
Organic Consumers Association is a consumer advocate for labeling of genetically engineered food. We promote organic food and sustainable agriculture. Watchdog group to monitor...
www.organicconsumers.org/monsanto/secret062305.cfm
¿Monsanto prepara el desembarco final sobre las semillas en América Latina? GRAIN. Durante los últimos dos meses la prensa ...
www.grain.org/articles/?id=25
www.combat-monsanto.es



Datos del Autor:
J. Manuel Córdova Cervantes
Expresidente de la Centenaria Sociedad Médica de Guadalajara
Es Médico Especialista en Adultos y Adultos Mayores
Interesado en los problemas de la ecología y medio ambiente.
mdjmcordova32@hotmail.com

CAMINO ELEGIDO
Un peldaño más, y otro, y otro…

El tiempo había perdido su color; igual la vida. El silencio se rompía con el ruido de sus pasos que cada vez eran más débiles. ¿Cuánto había bajado? No importaba. Lo único que lo mantenía de pie era la esperanza de llegar al final de esa escalera interminable. Y eso quería. Conocer el motivo de su delirio; descansar de aquella tortura sin nombre que había comenzado un día cualquiera: El ruido del despertador, el baño, la loción; el traje que vestía todas las mañanas, la cortina; el golpe de la puerta al salir del departamento. Luego sus pasos; los mismos que había dado tantas veces, y la escalera: el comienzo; el primer escalón y ahora esto: un hombre desecho; desquiciado por el rencor contra sí mismo. No podía detenerse; no quería. Se aferraba a algo inexplicable. Y es que a cada peldaño el barandal se alargaba más y más, al tiempo que su estupor crecía. Hubiera sido muy fácil derrumbarse ahí, en un espacio desconocido, pero no. Decidió continuar luchando contra la penumbra; contra su deseo de alcanzarla y ser parte de ella para descansar de una vez. No soportaba más ese martirio, esa ruina del alma que era la angustia de no llegar a ningún lado. Ese horrendo delirio es en lo que se había transformado el descenso diario. Una angustia interminable, sin ventanas, ni puertas. Nada. Sólo eso vacío y el muro que se extendía a la par de sus pasos. Ciego, voraz; lo tragaba sin importarle su dolor; sin compadecerse de él. ¡Ay!, cuántas veces había estado tentado a entregarse. A quedarse sentado, y apoyarse en sus brazos para dormir. Pero no; él no. Siguió como si alguien guiara sus pasos y lo mantuviera ahí, bajando, olvidándose del pasado. Llevaba su cuerpo al nido de lo desconocido sin pensar en nada más.
.
¿Volver? Eso nunca. Estaba perdido en la lucha contra sí mismo, en ese muro blanco, en esos peldaños interminables, en ese barandal infinito. Temía y deseaba descender más, y seguir en aquel lugar que ya no era el que conocía; el que miraba siempre. Eso había quedado arriba, muy arriba; ahí donde aún ladraban los perros, y se escuchaban las voces de los vecinos. Eso había terminado. Ahora debía llegar a ese lugar. Debía continuar el camino, sin esperar nada; soportando la ansiedad que le derretía el alma y debilitaba sus piernas. Nada es para siempre, lo sabía bien; se lo repetía a cada instante. Cuando el agotamiento lo orillaba a entregarse sin dignidad, cuando al final de cada tramo todo comenzaba de nuevo, intentaba consolarse.
.
Entonces sin separar su mano del barandal, respiraba hondo y avanzada deseando que este fuera el último trecho. Porque ya no podía más. Su barba había crecido; su ropa se había gastado. Cada vez menos los recuerdos lo acosaban y se perdían como todo: como los sueños, como la esperanza; como la vida que quizá tuvo alguna vez. Todo había muerto. Lo único era seguir y entregarse a su propio laberinto sin detenerse. Como si sus pasos marcaran el ritmo del tiempo, o de los corazones.

Así siguió hasta que comenzó a suceder de nuevo. Del mismo modo que las puertas, y las ventanas, y todos los sonidos dejaron de aparecer, el muro cambió de forma. El espacio para estar de pie se hizo más estrecho. En un momento tuvo que agachar la cabeza y caminar de lado. Por ultimo comenzó a arrastrarse, sintiendo el golpe de sus huesos contra los peldaños que nacían sin piedad. El barandal se hizo cada vez más delgado hasta que desapareció. Ahora estaba en un pasadizo por el que bajaba como gusano: acoplaba su cuerpo a la forma de cada escalón. La oscuridad comenzó a acosarlo. Dejo de ver sus manos, y de sentir su aliento. Su corazón no latió más. Dentro de su cuerpo todo comenzó a detenerse también. Quiso llorar y desgarrarse la cara; dejar de ser. Quiso nacer de nuevo y jugar como ya había olvidado. Sin embargo continuó. No se dejó vencer y siguió bajando hasta que vio algo y se detuvo. Todos los párpados de la tierra hicieron una pausa. Era una luz. Se derrumbó por primera vez, y cerró los ojos. Entonces sí: los recuerdos lo acosaron. Los besos de su madre, sus hermanos, las peleas, las comidas en la cocina; su primer amor, su mejor amigo, la primera fiesta; su boda, los paseos, los hijos, los nietos. Todo vino de pronto revelándole su vida; entregándosela un instante, por última vez. Ahí lo entendió todo. Abrió los ojos y volteó atrás. Era un engaño. Aunque hubiera intentado volver no habría podido. Era inútil; debía entregarse como todos lo haremos algún día. Y comenzó a avanzar. Descendió los últimos peldaños, y cayó.

Era una sala enorme, blanca. Una infinidad de cuerpos desnudos yacían tendidos como si durmieran. Niños, niñas, mujeres, hombres; hasta perros y gatos. Era un mar de seres que parecían estar muertos, y lo estaban. Se agachó, alzó la cabeza de un hombre y lo reconoció; su abuelo. A un lado alzó el rostro de una mujer que nunca había visto. Conocidos y desconocidos. Por allá su madre y su hermano. Hasta Ponky estaba ahí. Se miró el cuerpo y en efecto… estaba desnudo; sus ropas habían terminado por ceder. Se tocó el corazón, y nada. Caminó. Saltó algunos cuerpos hasta encontrar un espacio libre; el preciso para su cuerpo. Se sentó, estiró las piernas, echó un último vistazo y se acostó. Mantuvo los ojos abiertos por un rato. Se puso en una posición cómoda y abrazó el cuerpo que tenía frente a él sin importarle de quién era. Cerró los ojos. Se relajó, y su respiración se detuvo. Luego nada; sólo durmió.

JONATHAN MINILA ALCARAZ

James Tipton

Todos la desean:
diez poemas cortos acerca de México



¡Una mujer por fin!
Esta noche Luna Vieja
tendrás que dormir sola.


Horas de salvaje amor y después
ella me niega
su cepillo de dientes.


Retoños de bugambilias—
por cada uno que te di
solo quiero un beso.


La introducción formal…
presentó sus senos
antes de presentarse.


Aguas calientes en San Juan Cosalá…
el vapor lentamente se levanta
entre sus piernas morenas.


Traté muy duro de ser un monje
pero, cada vez que te recordé
olvidé a Dios.


En sus labios ligeramente partidos
yo descubrí
la Única Verdadera Iglesia.


Igual que tú —
el jazmín en la noche
libera su fragancia.


¡Es una noche caliente de verano!
Quiero aquella chica
con el pay eskimal. —


Todos desean—
a la dulce chica mexicana
acomodando la fruta madura.




Traducciones por Martha Alcántar, Zofia Barisas, Carlos Garibay, Gabriela Ocampo, Bernardo Picazo, Ilsa Picazo, Jahel Reynoso, y Yolanda Tripp.

*****

Hugo Plascencia Madrid

Los viajeros


He mirado a los viajeros
tragarse el filo de las banquetas
y cantar con la garganta en el asfalto.
pero los viajeros no tienen estación
En sus sombreros de mago
cargar la copa rota en metáforas de luna.

Los he mirado en la lágrima de la náusea
apretando recuerdos en el puño de una hoja gillete
en el centro del hígado como pulmón canceroso
en la mano del que tuvo menos suerte
mano de boxeador que acaricia.

Los he mirado en su rol de locospoetasviciosos
tajantemente decir “no” por gusto
con su sarcástica quijada
en la risa de la golfa,
en sus confecciones de nota roja (donde habitan)
hay metáforas heladas como ácidos,
¿ha sido que nublan la vista como esperma y corroe las entrañas?
los he visto me consta disolverse como el polvo
en el malecón de cabo esperanza masticar un adiós de bienvenida
y tragar vidrios en botella las cincuenta y dos semanas
que sumados 5+2 =....... dan los días de cada una
sin perdonar el año bisiesto.
bis
incesto
¿y esto?
Como lobos jauría sitiando a la hembra
hasta so meterse al ver so
dormir con el fuego en los labios
y la sabana encendida en la piel
hasta jubilarse de la esperanza
de cuantos hijos se han ido sin haberlos tenido
en la soledad del mismo puño
tienen la llaga inflama de pensamientos en el pulgar
los mueve el aire etílico de la hembra.

Son el virus que con la enfermedad nos alivia,
el desierto que con la sed se sacia,
el norte que con la brújula nos pierde,
brújula perdida en el bosque de arrabal
como girasol preludio del noctante,
camaleón de dos cabezas
“todo puede suceder esta noche”
el viaje por naturaleza es de las plantas,
los caminos son una vena del desierto
todos los caminos llegan al viaje,
todos los viajes tienen su destino.

Los he mirado como extranjeros nativos
apátridas en países que nunca conocerán
a sabiendas que a la patria nunca se llega
y que la piedras sudan dolor
al pisarlas como flor marchita.

Zapatos tregua del tiempo,
zapatos del mundo,
zapatos que a través del naufragio se pierden en ultramar.

Su historia es la del mormónjudiocristianomultiétnicopederastaargentino
que partió de indocumentado a México.

Los he mirado no reconocer el tiempo en el tiempo,
ausentes estáticos como efímera efigie errante
sudar dolor como piedras de sombra
condenados a vivir lo no vivible,
ahogar el grito de vientre,
¡de que sirve viajar!
siempre se llega a donde mismo
con el equipaje cargado de carbón y azufre
conciliar despiertos el rumbo
jugándosela.

Los viajeros tienen cara de viajeros.

Ellos eructan el quiste fauno,
acampan de día en el sleeping de Morfeo
para por la noche proseguir el camino.

Ellos son el iris de la ira en un ocaso,
los condenados a vivir lo no vivido
ellos son fulano y zutano de tal.

Ahogan el grito en la yugular del aliento.

Trágicos y soñadores hasta los huesos
de amores precarios forjan el destino
como el que vende carne de vaca en la india.

En el alma les rondan las moscas
como en un miembro cercenado,
su corazón es un órgano volátil
alta mente inflamable,
son el emisor y receptor del beso no dado,
en su inventado evangelio de caricias desesperadas
adoctrinan la palabra,
se entregan salvajes y delicados
a la búsqueda del arroyo de agua tibia
que es la antesala del orgasmo.

Su música es la música de los amantes,
de risa, alcohol y silencio,
silencio de cuatro paredes.

Son el espejo de las nubes,
viven en el litoral de la entrepierna,
recorren una y otra vez manejando el timón de la lujuria,
saben que los momentos de pasión
son la aproximación más cercana del ser humano a la inmortalidad.

Tienen piel de presos,
la mirada de gatos enjaulados
adictos a las alturas
equilibristas que se mecen ante el vacío
en el vaivén precipicio del cielo,
para no morder el polvo,
para no morder la muerte,
para no morder:
saben que el fuego es un pájaro con cabeza amarilla de gavilán
cafre con alma de niño que pela la manzana con las uñas y la come
el mundo es esa manzana,
infant con rostro de antifaz
esa máscara es la raza,
saben que cuando la ciudad calla
se escucha caer el mundo
en caída libre.

Acuden a bares de fosa común en días oscuros
como cerveza de barril,
entre meseros que toman nota con letra de doctor
en un ambiente de feria,
hasta que sus vísceras habitan el santuario del silencio
como en un campo santo,
su conciencia es ese bar sin mesas y sillas,
su llanto es el de la minoría como el de las tortugas
donde la lágrima que se derrama es devorada
y no le importa más a nadie,
ellos han elegido el yugo de la creación
fallecer una y otra vez por los otros,
indagar ante las vías del brazo
procesión del tren de la retirada.

Ellos son el autor de la tarjeta postal
que zarpa a la felicidad con el miembro erecto de can,
sabedores de que por el vicio se llega a la virtud.

Los he mirado en falso con espejuelos agudos,
matadores en plaza de toros con estolas litúrgicas,
frente al espejo.

No ha nacido un Goya que pueda trasladar a una pintura ese sufrimiento







El trapecista

Cada cuerpo es un circo,
separación del lastre eterno,
cuerda bifurcada como cordón umbilical
que al = el recién nacido
sucumbe el trapecista,
.y
... a
...... r
....... o
......t
....... o

nace el más perfecto de los sonidos...
el silencio.










Hugo plascencia madrid
Poeta. Ha publicado en varias revistas y periódicos nacionales y del extranjero. Fue colaborador del periódico la Jornada. Es coautor de una veintena de libros. Es autor de los libros Ahogar el Grito (2005), Todo es Babel (2006), Calandrias Underground (2007), y Razón de Bestia (2008). En el 2004 obtuvo el premio de poesía “Palabras Oscuras”. Ha sido becario del CONACULTA en el Programa de Estímulo a la Creación y al Desarrollo Artístico del Estado de Jalisco, en las emisiones (2005-2006) y (2008-2009). Ha sido traducido al inglés, francés, e italiano. Ha participado en varios encuentros nacionales e internacionales de poesía.

19 agosto 2009

Editorial

Me da la impresión de que intentamos siempre emplear el mínimo de conciencia en cada gesto, en cada acción. Como si el hombre quisiera alejarse conscientemente (valga) de su condición de ser pensante, que quisiera dar el salto del hommo sapiens sapiens al hommo monottonus consuetudinaris. Son cada vez más escasos los momentos que nos llevan a la reflexión, y generalmente, cuando suceden, hacemos de todo menos eso, reflexionar lo que nos sucede y cómo es que hemos llegado hasta allí. Estamos, pues, inmersos en una carrera que nos aleja de nosotros mismos, en un círculo que nos achata los filos y nos hace repetirnos sin preguntar si estamos obrando bien, en un ir a trabajar y regresar a casa a rematar las presiones del día en la cerveza de litro o en los gritos a los hijos o en el fijo mirar de una televisión que está hecha para aletargarnos. No estamos muy equivocados, hemos hecho todo lo posible por volvernos monótonos que aquel que tenga la osadía de comportarse un poco distinto, dicen los gringos, de pensar fuera de la caja, es tomado como un completo idiota, como un desquiciado esquizofrénico que terminará por pudrir el resto del cesto de la fruta que ha tomado la decisión de volverse en grises zombis. Hay incluso quienes piensan que existen seres que toman las decisiones por nosotros, humanos con un desarrollo avanzado que son líderes y han tomado las riendas de hacia dónde se dirige la humanidad como una parvada de aves que va indefectiblemente hacia donde la lleva el alfa (me pregunto hasta qué punto esto no forma parte del escaparate de fuga que intentamos alivie nuestras presiones).

A pesar de mi mente ficciosa, de mi imaginación hiperactiva, me cuesta trabajo creer en el maquiavélico plan que los iluminati tienen para el nuevo orden mundial, y que cada tormenta es una conspiración y que Carlos Slim y Vergara se juntan por las madrugadas con el resto de los líderes mexicanos a celebrar el sacrificio de un borrego y brindar por la nueva tarifa de la larga distancia. Creo, en el mejor de mis relativos aciertos, que hemos llegado hasta aquí como producto de un accidente que nosotros mismos hemos provocado, y que, apenas dándonos cuenta de lo cometido empezamos a intentar resarcir el daño. Es decir, que nuestra colectividad ha cometido errores que nos tienen sumidos en este círculo de callar y obedecer las modas impuestas por los medios de comunicación masivos. Pero sólo por haber hecho cosas que en su momento no pudimos medir sus consecuencias.

En lo que sí estoy de acuerdo con muchos es en que esta sombra oscura del eterno repetir de nuestras acciones, es contrarrestada, generalmente por breves pero valiosos momentos, por el arte. El arte ha sido lo que a muchos nos ha mantenido a flote, nos ha exigido siempre reflexionar, nunca callar e intentar con todas nuestras fuerzas romper cada monotonía que intenta envolvernos. La vista de un gran cuadro, la lectura de una buena novela, una excelente interpretación de jazz, una gran voz o una fotografía que nos conmueva, nos puede rescatar por un rato de nuestros ciclos inconscientes. Sigamos pues promoviendo el arte y alimentándonos de él. Gracias por acompañarnos.

Arte sin significado

Dicen que los chinos inventaron el mundo, los japoneses lo procesaron, los árabes le dieron sentido, los griegos le pusieron nombre y los norteamericanos lo comercializaron.

Es un chiste de humor negro, pero nos da a entender que la búsqueda de significados tiene rutas que hay que seguir para poder darle sentido a algo.

Tal es el caso de la palabra y la acción de arte, que para nosotros es un sustantivo ambiguo que suele aplicarse en género masculino cuando es singular y femenino cuando es plural. En la más remota antigüedad no existía esa palabra. En el Oriente se entendía que había personas y familias que se dedicaban a una actividad hasta que la transformaban en un oficio.

Egipto se convirtió en el centro cultural del Oriente, donde los oficios –desde el ser faraón hasta labrar la tierra- eran el producto de la experimentación, gracias a la aplicación de métodos científicos y prácticos hasta obtener la experiencia, o sea, la facultad de realizar actividades con mayor facilidad y poder transmitir el conocimiento adquirido.

Los antiguos griegos, navegantes por necesidad, tuvieron contacto con la grandeza egipcia y, en general con el Oriente. De sus viajes y roces con aquellas culturas milenarias obtuvieron el conocimiento para crear una cultura poderosa que fue el germen de lo que hoy conocemos (todavía y a pesar de la globalización) como Occidente.

Fueron los griegos quienes valoraron cabalmente los oficios para sustentar la urdimbre social, y sus conceptos de organización social fueron heredados a la Roma imperial que los conquistó. Es allí donde nace la palabra latina ars, cuyo principal significado es habilidad.

Desde ese remoto pasado se entiende que para ejercer un oficio se requiere adquirir una habilidad específica. Es por eso que se habla del arte de la ebanistería, entendiéndose que hay una habilidad concreta para la elaboración de muebles y piezas de madera, diferente al arte de la orfebrería del que saldrán hermosas joyas, o al arte de la numismática que labra monedas, o al arte culinario que, bien entendido, es la habilidad de esconder un crimen para poder comer cadáveres de animales, de frutas, de plantas, de semillas.

Es tan amplio el catálogo de las habilidades humanas, que no escapan al mismo la guerra, la comunicación, la política ni cualquier actividad científica, humanística, cotidiana. Por eso mismo se separó de esas artes un conjunto de habilidades que tienen un valor agregado y se les llamó bellas artes.

Se entiende, entonces, que se le llama artista a quien ha adquirido una habilidad, entendiéndose que en ella se conjugan el conocimiento, la precisión y el rigor. Por eso es artista el chef, el carpintero, el albañil, la bailarina o quienes actúan, crean e interpretan música.

Para los griegos antiguos poiesis era la capacidad creativa de las personas. Ese es el valor agregado que las bellas artes mantienen como premisa vindicativa en el concierto social. La Poética del filósofo griego Aristóteles se convirtió en un conjunto de normas para la creatividad que aún suele ponerse de moda de vez en cuando. El poeta latino Horacio sugiere en su Ars poetica la posibilidad de que las diversas formas de creación artística puedan servir como vínculo para la vida social y política.

El conjunto de las bellas artes se ha modificado en diversas épocas, ensanchándose en la actual gracias a las novedades científicas y tecnológicas. Los griegos habían hecho nacer las habilidades de la creatividad gracias al matronazgo de las musas. En el siglo XX no se consideró a la fotografía como arte porque no tenía musa, hasta que Marylin Monroe fue declarada incluso reina de las musas, de la imagen fija y en movimiento.

Ser artista es, pues, detentar una habilidad gracias al estudio, el rigor y la creatividad. Y luego, teniendo dentro de sí dichas cualidades, darles un sentido, validarlas mediante sus significados en el contexto social.
J. L. Rodríguez Ávalos

Cacahuates para el Recuerdo.

Personas han ido y venido. Sobre las calles aún queda la estela, el aroma perdura aún a pesar de los años. Guadalajara no olvida a sus hijos y celosamente los arropa sobre sus entrañas. A comienzos del siglo XX todo México escenificó los turbulentos años de la revolución, aquellas estampas de individuos portando carrilleras cruzadas sobre el pecho, sus huaraches y calzones de manta, los trenes porfiristas con algarabía transportaban a la prole en los pueblos y rancherías, las familias aterradísimas ocultaban a las doncellas, a las afueras de dichas poblaciones ahorcados sobre los árboles formaban parte del paisaje.

Son los años de la tempestad, aquella revolución fue la primera revolución socialista del mundo, aunque sus líderes lo ignorasen por completo. En fin, aquella revolución mexicana hoy solamente es un discurso.

Pero la Guadalajara contemporánea a esos años vivió sobresaltos del paso de los ejércitos, pero esto no alteró sustancialmente el diario existir de la ciudad.

La vida giraba en una minoría aristocratizante, que como hoy sigue en las portadas de sociales en los periódicos. Las huelgas obreras que exigían derechos y mejores salarios, harán lo único de relevancia en esos años. Hasta que el 8 de Junio de 1914, la ciudad se estremeció al ver desfilar al ejército constitucionalista al mando del general Álvaro Obregón y el sonido desquiciante de los tambores al pasar por las arterias de esta ciudad, se les metió a los tapatíos por donde se mete el miedo. Y el 11 de Diciembre de ese mismo año llegaron los villistas ufanos y fieros, con el general Medina al mando.

Y durante Enero y Abril de 1915 la balacera se desató…

Pero dentro de la aristócrata Guadalajara, había un insignificante cacahuatero que deambulaba por la ciudad día a día y que los tapatíos de aquellos años lo conocían por el bullicioso escándalo al pasar, se le conocía como “el Gerules”. Su verdadero nombre nunca se supo, aquel caballero aparentaba unos 50 años, familia no se le conocía, mestizo, pantalón a rayas parecido a lo charro, camisa blanca que por su nulo aseo parecía amarilla, y un gran sombrero todo viejo.

Se le podía ver por el centro de Guadalajara, en Analco o Mexicaltzingo, y por las tardes en las cantinas de Mezquitán, esos eran unos años de gran esplendor de una abnegada provincia.

Y en una de esas turbulentas entradas del ir y venir de los ejércitos, el general Obregón entró a Guadalajara, el Gerules como buen anfitrión fue a la entrada de la ciudad y con unos gritos de “viva mi general Obregón”, los recibió el mismo sonorense engreído; por tal recibimiento le extendió la mano, pero no era que el Gerules fuera obregonista, si no que por pura barbeada, grito el urra.

Y a los días entra triunfante el ejercito villista nada menos que con el mismo centauro del norte al mando, era un contingente bárbaro, la perla tapatía jamás había sentido tal temor. Pero el mismo Gerules excelso, arropó al comando villista con un “viva mi general villa”, los villistas como pavoreales, sintieron que tenían el apoyo de los tapatíos aunque el único en gritar fu el Gerules, el simple cacahuatero. La ciudad entera sabía que el Gerules era una especie de botarga, pero demasiada gente lo estimaba, además ese pobre caballero qué daño podría causar, era como un perrito en busca de una mano amiga (Pero el mismo Gerules sabía que gritaba las urras en son de burla).

Con el ir y venir de soldados la propia ciudad se acostumbró, y el mismo Gerules como una maquina programada seguía recibiendo a los ejércitos, con gran algarabía.
Intempestivamente entró a la ciudad un comando de federales (pelones) para ir a reforzar a sus compañeros que llevaban una lucha de 3 días con los villistas al sur de Jalisco.

Gerules, Gerules, el gran Gerules, tal vez estaba atolondrado por tantos ejércitos que entraban y salían, y cuando vio que entraba los pelones con gran entusiasmo y alegría salió desde su garganta un grito de “viva mi general villa” el ejército de seco detuvo su partida, todavía no cerraba su boca el cacahuatero cuando supo que había cometido la gran estupidez de su vida, pálido y con una próxima evacuación de aguas, estaba paradito el Gerules con la canasta de cacahuates, no movía ni las pestañas cuando el general de los pelones de un plomazo en la frente lo mató. Cayó al suelo el amigo subversivo de Guadalajara entre tierra y cacahuates, se fue el caballero del maní.

El barrio de San Juan de Dios lo veló, y el barrio de Analco le lloró, Mezquitán lo arropó en el coloso campo santo y Guadalajara completa le rezó. Esa era la Guadalajara de antaño, hoy el centro luce de una manera grotesca, el cielo ya no le regala su hermoso colorido, el sol castiga con sus brazos a su sociedad, los pájaros muchos han dejado de cantar. El Gerules como un triste vagabundo tal vez aún recorre su camino, por la Guadalajara fatigada.

Agustín Cabrera Martínez
Cacahuates para el Recuerdo.
BIOGRAFIA DE “EL GERULES”

4:10 a. m. Carta antes de morir... (Parte CXXVI). Continuación...
9 Julio 2002


Envuelto en un rebozo que no me asfixia, siento lo cálido de cada nota que trasciende más allá de mi percepción, de mi oído y me lleva a estremecerme por dentro, sintiendo que se me acaricia el alma.

Notas de música que me embalan hacia el más allá, comunicándome con esa parte de mí que me dice que soy humano y que vivo estoy, por gracia divina y de mi Dios.

Siento cómo se me eleva, cual si fuese un ángel sin alas, pero sí con el corazón...

Son notas que me hacen sentir el firme deseo de escucharlas cuando muerto habré de estar.

Así lo dispongo. Quiero ser velado con esa música que me hace tener esta conversación interna, conmigo mismo y con Dios.

Quiero que mi alma sea envuelta con notas de nostalgia y de Amor; con sonidos de piano y violines; con música que me conmueve, hoy, que vivo estoy... y que cuando muerto esté, sentiré que sigo entre ustedes...

Quiero que la sala, con olor a crisantemos, señale que es mi sepelio; que la música de violines, indique que mi condición de mortal, entre ustedes, ya no está.... que la música más bella del mundo, sea el preludio de mi entrada triunfal al más allá, en presencia de mi Dios.

Quiero que la música de fondo sea un canto de ángeles; música celestial; violines y pianos ejecutados de forma magistral... mas no así, que el llanto irrumpa en mi velada paz.

Que el violín llore y el piano solloce entre notas de ángeles y velen mi eterno descansar; pero que el dulce penar de mi madre y padre no penetre mi tranquila serenidad...

Que el lamento de mi gente, no infrinja mi firme deseo de querer mi alma aliviar.

Declaro que el violín y el piano, por mí, habrán de hablar. Dulces notas de Amor y fe, tan sólo habrán de ejecutar...

¡Sí, por favor! No quiero a nadie ver llorar. Que el llanto de sus ojos, se transforme en una oración cuando nos veamos en el más allá... Pero que hoy, que me fui, no mengüe su deseo de volar, de vivir, aquello que yo ya no pude.
Carlos Ramírez

Escena de Pánfila Montreño


Había un guitarrista ciego y un cantinero sordo. Y entre los dos se ayudaban para controlar la situación del local. Si el ciego percibía con la lengua que mala intención se formaba en algún cliente, le hacía unas señas al cantinero con los párpados y con las cejas. Si el cantinero veía, irremediable controlarlo, que el pleito de navaja o pistola se acercaba al escenario basuriento del ciego, le iba dando instrucciones de hacia dónde era preciso moverse para que no le fueran a poner un agujero más en el cuerpo. El buffet estaba colocado en lo más interno del local: gordas para amantes de montañas, raquíticas asmáticas para depredadores de primera instancia, viejas bordando pañuelos para los jóvenes pobres que no podían pagarse algo mejor, para los afrancesados una rubia parisina que se hacía trenzas sin recato con los vellos de las axilas, y púberas de senos chicos, e indias violentas que golpeaban a los clientes, y gringas que emborrachaban con frases adornadas a los abogados para que firmaran papeles en blanco, y enanas, y gigantonas, y mutiladas, y sentimentales que se enamoraban todas las noches para olvidar al alba, y dos amujerados pintarrajeados de la cara y con el gesto grotesco… Cuando a algún tertuliano le iniciaba el ansia en las partes secretas, iba a los bancos mugrosos y piojentos donde reposaba el ganado, desmenuzando el chisme, con las nalgas pegadas a la madera, contaba las monedas y examinaba, si no lo había hecho antes, para luego elegir. Allí, frente a los ojos adormilados de esperar macho que transfigurara monedas por gemidos constantes y sonantes, frente a los senos colgantes y los vientres gelatinosos, se posó Jacinto Roldán y sobornó exhaustivamente a cada mujer hasta que Pánfila Montreño, la que al emborracharse, dando grande espectáculo a la corte taciturna de borrachos, oficinistas y magistrados, hacía el amor con las patas de las sillas, le expresó entre eructo y gargajo: <>

Al sólo darle el papel garabateado con letras risibles, un orondo magistrado más composición zoológica que fachada de hombre –mejillas de puerco, labios de bagre, bigotes y ojos de perro apaleado–, en gritos radiantes se les acercó: <> La Montreño tomó el dinero. Apretándolo con sus dedos torcidos fue repique de metal, campaneo de un acto irrevocable. A su paso la corte alcoholizada, eufórica, berreaba frases. Y el ambiente se transformó en una mezcla de escupitajos dejados debajo de las lenguas pastosas y alquitranadas, en un zumbido constante de las voces menguadas en avispero instigado, en un sonido irregular abandonado entre los dedos del ciego que rasgueaba las cuerdas de la guitarra como quien acaricia un gato moribundo. Una bocanada de humo de habano y un enorme trago de mataburro hediondo a pies sudados, le bastaron a Pánfila Montreño para emborracharse los ojos con imágenes innombrables de hombres tricéfalos. Sus manos, tendidas, tensadas entre dos hombres que echaban la saliva afuera, babeando al igual que un hocico de toro después de besar el abrevadero. Todos en silencio, sólo la guitarra en sonido, que lentamente intensificaba el trémolo. Luego fue la comedia, la intensa melodía gemebunda salida de labios de la Montreño, que incrementaba o disminuía según la velocidad y la precisión oscilante de la penetración. Al principio los novatos, jóvenes estudiantes de medicina, gramática o abogacía, escapados de las lecturas soporíferas de tratados y otras lecciones diversas olientes a cadáver, avergonzados y ocultos en las mesas más ensombrecidas, no podían creer que hubiera mujer en la ciudad que entablara relaciones amatorias con una silla, mueble específicamente construido para sentar el cansancio del cuerpo, ni que los músculos de la parte pudenda de la mujer tuvieran una elasticidad tan descomunal y práctica, pero pasado el pánico moral y científico y tomadas algunas botellas de mal licor, dejaron los argumentos y las suposiciones para las aulas, adhiriéndose jubilosamente al gran acontecimiento, dando risotadas latinistas, miradas de jurisconsulto o alocuciones filosóficas que colindaban con la estupidez. Aquello, la risa estupefaciente emergida desde las cuevas de la palabra hecha interjección, la lúbrica y bien fundada velocidad con que Pánfila Montreño agitaba la silla, la martillante voz chillona de los amujerados que elogiaban la sagaz disposición de la artista, orgullo infalible del putero, el mugir suave de los asistentes que se hurgaban, unos a otros, inconvenientemente la entrepierna cebados hasta el hartazgo del deseo acumulado por estar mirando el espectáculo, desencadenó, luego de que la autora del enajenamiento corporal generalizado depusiera un charco de fluidos en el piso y exhalara un sonoro gemido, la orgía. Los funcionarios regalaron dinero a los estudiantes para que ocuparan mujer, las viejas se pusieron en oferta, las gordas les restregaban a los hombres los senos en la cara para que vieran que había de dónde agarrar, las enanas saltaban y luego se prendían de las braguetas gritando:<<¡estamos a la medida!>>, las gringas, siempre escrupulosas hasta en los casos más hostiles, se iban arrimando serpentinamente a los que traían cartera gorda, los amujerados, ya que ni las moscas les volaban entre los labios pintarrajeados, se les sentaban en las piernas a los borrachos que ya no distinguían hembra de macho, ni sol de luna… En tren estrepitoso de pisadas se fue alejando rumbo a los cuartos la manada completa. La Montreño quedó estacada en la silla, inmóvil, jadeando silentemente con la mirada vidriosa.
Juan Frajoza

Diario de viaje

Yo podría para ti ser un poeta japonés. El territorio de mi peregrinación, tu cuerpo. Mi diario de viaje, decirte que te quiero.

Tus brazos
son un puente
que cede paso a mi amor.
En la otra orilla tú
aguardando.


Caminar por tus pies. Quiero decir, amarlos. Recorrerlos suavemente y reconocer paisajes, todos los que te permitieron saber. Besarlos como quien bautiza, con el mismo amor con que los labios de un hombre celebran la piel de su hija

Pétalos
de sol sobre la escarcha,
tus pasos.
El sitio que elijo por almohada.

Saber también acerca de la infancia que nunca me permití perder. Volver sobre mis años y dormir en tu regazo. Saber del amor en la piel de tus senos que se entregan a mis labios como alimento

Risco y manantial
del placer.
Vértigo de la caída.
Mi lengua, tu pezón.

Tus ojos transparentes. El amor es nuestra identidad y somos uno solamente. El espacio y el tiempo son una herida en nuestro cuerpo. Mientras tanto no perdemos la oportunidad de convertirnos en nuestros propios sueños

Despierto. (Me recuerdo.)
Tus brazos me contienen.
Quisiera ser un sueño
que te niegues a olvidar, aun
mientras duermes.

Y cada vez, hombre y mujer, únicos en el amor. Cada vez, una bienvenida.

Diego Techeira

ALBA

El cielo es un lienzo que se derrama en colores,
cada uno de ellos te trae a mí o me arrebata tu sonrisa.
Son las 5 de mañana, has salido con la niebla matutina
a llenar las cántaras de agua;
te inclinas en la fuente y tus pechos caen pesados sobre la solapa.
Te contemplo desde el tejado de mi casa,
vuelo lo más cerca hacia ti,
pero no tan cerca,
temo que me veas,
temo asustarte con la palidez de mi carne…
Has terminado, sopesas las jarras,
una la colocas sobre la desnudez de tu hombro,
la otra la recargas en la cadera;
y al final tus pies descalzos te alejan de mí,
pero no protestas, no dices nada…
Amenazan las campanas con traer el alba,
el cielo ha comenzado a tintarse de colores matizados,
debo marcharme,
pero me muero de rabia al saber que siempre será este
el instante en el que te tenga más cerca, y al mismo tiempo tan lejos.
Tan cerca, que podría hundirme en la cúspide de tu cuello,
beberte la sangre, proclamarte como mía;
sin embargo, no puedo, no quiero condenarte a este infierno.
Y estas tan lejos que ni siquiera sabes de mi existencia.

*****


LA MARCHA

El día ha transcurrido lento, cansado, austero…
sin nada nuevo que contar,
pero bien vale la pena,
si puedo contemplar el firmamento desde esta ladera;
sin embargo, debo confesar:
lo mejor de todo esto, no es vislumbrar el cielo difuminándose,
sino,
tener delante de mis ojos la vieja casona
y jugar adivinando su historia.
Se dice que está habitada por un Vampiro,
el más poderoso, el más perverso y malévolo de todos,
el único amante verdadero de Lilit.
Siento escalofríos,
la piel debajo de mi falda se eriza de pensar,
que todo esto ocurra en mi pueblo.
En los días de fin de mes,
hay ocasiones en las que desaparece alguna persona,
o algún animal de los rebaños;
se rumora que se alimenta con ellos,
cobijo la esperanza de que sólo sean rumores.
Es hora de marcharme, el sol comienza a perderse entre las montañas,
pronto caerá la noche…
sería una maravilla conocer su cara,
saber si sus manos en realidad son tan blancas,
comprobar la fuerza de sus brazo,
hundirme en su mirada,
probar, aunque sea un segundo, la eternidad de sus labios.
.
*****

DUERMES

Otra vez la he perdido.
No he logrado salir antes de que ella se ocultara,
maldigo a la luna por ser tan perezosa.
La madrugada me obliga a esperarla,
para que al final
casi al alba,
pueda yo admirarla.
Empieza el aquelarre,
y los de mi especie se reúnen en un calvero en medio del bosque,
el fuego nos ilumina,
la lujuria se hace necesaria.
Las mujeres bailan poseídas junto a la hoguera,
mis hermanos las toman en transe,
las despojan de sus prendas,
los cuerpos se desfiguran en las sombras;
es el ritmo del viento,
el crujir de las ramas,
y la luna siempre callada….
Yo prefiero imaginarla, me ausento de la velada,
y puedo ver sus muslos moldeados, hinchados, asfixiándome…
sus caderas redondeadas, su vientre entregándoseme,
su espalda iluminada,
su cuerpo y mi cuerpo en una sola morada.
Para esta hora la luna se ha pintando de rojo
y yo…, me muero de ganas.

Sihara Nuño

19 julio 2009

Editorial

Tras esperar cinco horas y media en una sala de consulta de nuestro viejo Hospital Civil, me doy cuenta de algo, o más bien reafirmo lo que siempre ha sido una fuerte sospecha: tenemos una poderosa tendencia a volverlo todo un caos. Los pacientes, todos, padecíamos del síndrome de la ausencia total de paciencia. Impacientes, deberíamos llamarnos en vez. La señora que estaba sentada justo frente a mí, cinco de las horas aquellas se la pasó renegando. “Ay no, cómo es posible tanto tiempo, doctor ¿ya me va atender?, son unos irresponsables, ira nomás tan poquitos doctores para tanta gente, cómo no quieren que uno se desespere, tengo aquí desde las ocho de la mañana y no he comido ni un lonchecito, me voy a desmayar; y si me voy a desayunar capaz que es cuando me llaman, no, yo aquí me quedo” decía la impaciente mientras no dejaba de negar con la cabeza y poner cara como de cachorro regañado porque sacó la tierra de la maceta. El ambiente allí era tenso y a veces insoportable, pero no era por los enfermos o convalecientes sino porque todos, y digo todos sin temor a exagerar, no dejaron de quejarse del personal un solo minuto. Entre los quejidos de los enfermos de gravedad que se escuchaban desde adentro de los consultorios, los llantos de los niños, el panorama de seres humanos en su mínima expresión, pacientes delgadísimos en sillas de ruedas, señoras inconscientes en camillas sucias, y todo tipo de aproximaciones dantescas, a veces me daban más pena los que estábamos sanos, con nuestra actitud, con nuestra inhumana impaciencia.

Lo cierto es que los médicos eran pocos, pero yo en ningún momento los vi sentados devorando con parsimonia una paleta de leche, estaban vueltos locos tratando de controlar aquella avalancha de seres quejumbrosos y apresurados por regresar a sus monotonías, los vi dando su mayor esfuerzo. Entiendo que hay personas que tienen prisa por atender asuntos con mayor importancia (aunque sinceramente no veo nada más importante que la salud menguada) sin embargo no había allí motivos suficientes por los que quejarse y criticar. Es más, había quienes sólo hacían comentarios negativos por el único placer de hacerlos, sin motivos sólidos, por el ambiente que se respira. Algunos recién llegaban y ya estaban con semblante de clientes de caja popular en banca rota. Sería necesario, en casos como este, ponerse unos minutos en el lugar del doctor y ser un poco pacientes, estoy creyendo que para ellos no es cama de rosas tampoco. Está bien, perdí casi seis horas de mi importante tiempo, pero sin la oportuna intervención del médico podría fácilmente perder meses enteros de mi vida. Ahora sé bien lo que prefiero.

La virtud de la paciencia tiene que practicarse la mayoría de las veces en contra de nosotros mismos. Es necesario ser un poco tolerantes y contribuir para que esto no continúe siendo un caos autoinfligido. Insignificante reflexión.

Nos seguimos leyendo paciente lector. Gracias por acompañarnos este mes.

La Desnudez del Asombro


Luis Ambroggio, nacido en Córdoba, Argentina. Ciudadano de los EE.UU, donde reside desde 1967. Miembro de la Academia Norteamericana de la Lengua Española y del PEN. Su poesía está grabada en los Archivos de la Poesía Hispanoamericana en la Biblioteca del Congreso de los Estados Unidos. Hace una semana en el Instituto Cervantes de Nueva York se llevó a cabo una mesa redonda en torno al libro El Cuerpo y la letra. Libro que habla de la poética de Luis Alberto Ambroggio y que ha sido publicado por la Academia Norteamericana de la Lengua Española. Llega a Madrid para el lanzamiento de su último poemario La desnudez del asombro publicado por Lord Byron Ediciones, el 8 de junio. Oportunidad que nos permite entrevistarlo para hablar sobre algunas de sus experiencias, opiniones, su propia historia poética y política como hispano en los Estados Unidos, con la vigencia actual por la lucha de los derechos de los inmigrantes y la presencia cada vez más sobresaliente de la cultura hispanoamericana en el mundo estadounidense anglosajón.

La desnudez del asombro se presenta este lunes 8 de junio en Madrid. En la librería El Bandido Doblemente Armado. Contaremos con la presencia de Luis Ambroggio quien viene desde Washington, USA. Presentarán su libro los poetas Enrique Gracia Trinidad y Leo Zelada. Es a las 9 de la noche en calle Apodaca 3. Metro Tribunal. Ingreso libre.

1.- ¿Si bien es cierto que eres argentino casi toda tu vida la has desarrollado en Estados Unidos. Háblanos de tu experiencia literaria en Argentina y en United States?

Luis Ambroggio (LA): Aunque me han invitado y participo en Encuentros de escritores en Argentina, en la SADE y otras instituciones, tengo muchos amigos poetas, escritores y críticos literarios de Argentina (la Dra. Corda de la Universidad de Tucumán ha escrito mucho sobre mi obra), mi encuentro profundo y transformante con Jorge Luis Borges, el hecho de haber compuesto la letra de la canción “Dame el pan, Argentina” que grabó un importante conjunto musical de Argentina (Los Cuatro de Córdoba) y se utilizó en una campaña presidencial, mi creación literaria se da principalmente durante mi residencia/diáspora en los Estados Unidos, a donde llegué en 1967, en medio de la guerra de Vietnan y el movimiento beat, hippie, cuyo slogan era “Hagamos el amor y no la guerra”. Aquí mi experiencia literaria es parte de la presencia, la historia, la voz hispana/latina de los Estados Unidos, cantando la realidad de la antítesis de la euforia de un Whitman cuando versifica en “Hojas de Hierba” (Leaves of grass) “Los Estados Unidos son en sí el poema más grande”, pero de un modo asombroso también completando la belleza imperfecta y polifacética que son Nuestros Estados Unidos de Norteamérica en la difícil vivencia del sueño igualitario de los fundadores de la nación con su mosaico de etnias, religiones, culturas, experiencias de paz y guerra, heroísmo y salvajismo, a veces –contrariando sus principios fundacionales– en una triste relación antagónica, de discriminación, dentro de un paradigma de dominante-dominado, pero con un continuo propósito de mejoramiento. De allí mi propósito de escribir en español, documentar nuestra identidad e historia y esfuerzos por rescatar la poesía escrita en español en los Estados Unidos, poesía que precede a la Nación. De allí también que haya decidido crear en los años noventa una editorial y una revista de literatura hispana en los Estados Unidos y de promover nuestra cultura e idioma. No se entendería del todo mi propia creación poética sin este contexto estadounidense.

2.- ¿En tanto la cultura Latina es la principal minoría en USA ¿ cuál es la labor de la academia norteamericana de la lengua española en fenómenos como el Spanglish o la realidad bilingüe que se da en muchas ciudades de la patria de Whitman?

LA: La labor de la Academia Norteamericana de la Lengua española es gigantesca. Por una parte, preservar la lengua (el español), centro de nuestra identidad y comunión panhispanoamericana que va desde Alaska hasta la Patagonia, tratando de prevenir contaminaciones que vayan carcomiendo nuestra cultura y, por ende, el lenguaje español/castellano (el Americano, que invocaba Andrés Bello). Esto se hace dentro del entendimiento del que el idioma es un fenómeno vivo y vital, dinámico, sujeto a cambios, mutaciones. De allí que entre las preocupaciones lexicográficas de la Academia, se den proyectos de Diccionarios de Hispanoamericanismos en los Estados Unidos, Diccionarios de Términos Equívocos y otros proyectos similares, además de programas de difusión de la literatura escrita en español en los Estados Unidos y sus figuras, como los libros sobre Odón Betanzos Palacios, los escritores españoles en los Estados Unidos y el libro con que me honró relacionado con mi poética “El cuerpo y la letra”. Al mismo tiempo la Academia ha firmado un acuerdo con el Gobierno para el asesoramiento en el uso del español en documentos y escritos oficiales y, por ejemplo, participó ampliamente en la reciente publicación por parte del Instituto Cervantes y la Editorial Santillana de la Enciclopedia del Español de los Estados Unidos, en la que he colaborado con entusiasmo y cuya presentación organicé el año pasado en la Biblioteca del Congreso, con la convicción de un visionario Tomas Jefferson que le envía un Diccionario de Español a su sobrino diciéndole: “La lengua española. Préstale mucha atención y procura conocerla en detalle. A causa de nuestras relaciones venideras con España y la América hispánica esa lengua llegará a ser una adquisición de mucho provecho. La historia de gran parte de América se ha escrito en ese idioma. Te envío un diccionario”.

3.- ¿Cómo ves el fenómeno de la literatura escrita por autores latinoamericanos o norteamericanos de ascendencia latina, más precisamente el éxito de Roberto Bolaño en Estados Unidos con su novela 2666 y el premio Pulitzer entregado a Junot Díaz el 2008 ¿Se podría hablar de un auge de nuestra literatura en tierra del tío Sam?
LA: Entusiasmado y lleno de futuro. No me sorprende por la presencia cada vez más significativa de una población hispana en los EE.UU, que supera ya los 50 millones de hispanoparlantes. También, de más relevancia, debido al creciente interés por el estudio de la literatura española e hispanoamericana a nivel de bachillerato y universidades. Al dominicano Junot Díaz que crece en New Jersey lo precedió en el prestigioso premio Pulitzer Oscar Hijuelos que escribió el prólogo de mi antología bilingüe recientemente publicada “Difficult beauty”. La obra de Roberto Bolaño, parafraseando una de sus citas, muestra que la literatura del siglo XXI pertenece a unos pocos de nuestros hermanos de sangre. Así sucedió con su obra póstuma 2666 que recibió en el año 2008 el prestigioso reconocimiento de Libro Nacional por el Círculo de críticos (National Book Critics Circle Award). Este interés y reconocimientos, si bien aún marginales, lo corrobora la presencia de libros en español en la Feria del libro de los Estados Unidos en Español que se está llevando a cabo en Nueva York durante estos días. Según el ICEX, Estados Unidos se ha convertido en uno de los destinos más importantes de libros en español en todo el continente americano. Un consuelo precario en la continua pérdida generalizada de lectores y afición por la lectura.

4.- ¿En el epílogo a La desnudez del asombro, tú último poemario, dices: “La verdadera literatura se alimenta de la incertidumbre” ¿Puedes explicarnos el significado de ese párrafo?

LA: Lo insinúo en compañía de Kafka, Beckett, la fantasía de Jorge Luis Borges y la sabiduría de los antiguos maestros en su continua búsqueda. La poesía es una búsqueda. Si supiésemos el final de la trama, ella carecería de sentido. Si hay certidumbre no cabe la posibilidad de aprender o de explicar, del intento o interés por conocer. Escribimos para entender, para entendernos, también digo en el epílogo del libro parafraseando un diálogo entre Paul Auster y Eloy Tomás Martínez. Contradiciendo a Roberto Juarroz sostengo que toda pregunta es una esperanza y toda respuesta dogmática puede encerrar un fracaso, más allá de las posibilidades poéticas de una metafísica del silencio. La literatura es un esbozo en el intento, muchas veces fallido, de descifrar enigmas, parodiar interrogantes, expresar misterios, en una ausencia de anclajes, transitoriedad en el mapa de las emociones.

5.- En La desnudez del asombro veo un dialogo interesante entre el lirismo de los clásicos y cierto coloquialismo contemporáneo ¿Tú sigues esta tradición latinoamericana de fundir el lenguaje culto con el popular?

LA: La profesora Kathleen O’Connor-Bater se ha referido a mi poética como neo-modernista. Creo que pasamos por el coloquialismo de las vanguardias y las alteridadespost-modernistas a reencarnar el lirismo y cierta figuras y figuraciones de forma y fondo de los clásicos, de nuestros clásicos, en ese reencuentro que le hace decir, por ejemplo, a un Jorge Luis Borges de Rubén Darío “Quienes alguna vez lo combatimos comprendemos hoy que lo continuamos. Lo podemos llamar liberador”. Recuerdo el primer libro de poesía que tuve: una antología de César Vallejo y mi acercamiento a unos de mis poetas americanos preferidos, Williams Carlos William. Un poeta es poeta de muchos poetas; me honra y fascina esa misteriosa comunión, que se refleja en la forma (lirismo/coloquialismos) como en la mezcla fertilizante entre el lenguaje culto y el popular.

6.- ¿Cuál es la poética que desarrollas en La Desnudez Del Asombro?

LA: Creo que es la poética de compromiso, rebelde, de nostalgia, desarraigo y testimonio que caracteriza a la literatura escrita en español en los Estados Unidos.Trato de decir lo mío, pero desde el pueblo que soy y del que formo parte con todas mis raíces, la América Latina hispana que vive y configura los Estados Unidos. Como dijo nuestro querido poeta Mario Benedetti “a través de los poemas pasa la historia de nuestros pueblos”. Para mí el poema revela el inconsciente universal en solidaridad con el mundo que es el individuo dentro de ese pueblo desde donde sale su voz, aún en silencio. Siempre sostuve que la poesía nace del asombro, la inconformidad, del compromiso que hacemos con nuestro tiempo y espacio, presencia y testimonio desde las raíces que nos habitan, nuestra historia, el alma de nuestros pueblos. De allí que este poemario recoja íconos, mitos, citas bíblicas, tradiciones y experiencias, para formular un imaginario de cuestionamiento de apariencias, de asombro, a partir de epigramas de Nietzsche y la centralidad de lo asombroso.

7.- Creo que la nostalgia es un signo de identidad del escritor latinoamericano que reside en el exterior ¿Se podría decir que la nostalgia no sólo del país, sino de la lengua está presente en La Desnudez del Asombro?

LA: La lengua es el anclaje en esta estadía en la soledad en donde reside el escritor latino/hispanoamericano fuera de su país de origen, de nacimiento, de raíz política y cultural. Los críticos han señalando que en este transtierro/destierro/exilio/diáspora o como quiera llamársela, el aferramiento a un cuerpo físico, o de recuerdos, o en el amor, al cuerpo de la familia, de los padres de los ancestros, del país, del pueblo, o a un cuerpo idiomático es característico e identitario de su escritura. Como Vallejo mitigaba su desarraigo con el aferramiento a la piedra de sus referentes andinos, el mío en La Desnudez del Asombro, como en todos los poemarios y la lucha de cada día, ha sido efectivamente a la Lengua, que nos une, nos permite comunicarnos y nos identifica dentro de nuestro panamericanismo. Es un modo de luchar contra la nostalgia, la pérdida, el discurso de la derrota frente al hegemonismo del discurso dominante, la opacidad confusa de las identidades impuestas, manipuladas. La lengua de algún modo centro ante la marginalización. La lengua, en fin, frente a la nostalgia, afirmación o, mejor aún, reafirmación.
Leo Zelada Grajeda

18 julio 2009

La grana cochinilla: el insecto mexicano que pintó al mundo



Difícil es encontrar en la historia de la humanidad a un insecto con la trascendencia y la importancia económica que logró la grana cochinilla (Dactilopius coccus Costa), durante el periodo colonial mexicano, aproximadamente de 1521 a 1821.

Al momento de la conquista, los ojos de los europeos se detenían constantemente en las mantas y huipiles de los antiguos mexicanos llenos de color y vida, en donde los tonos fuertes eran usados de forma constante, resaltando obviamente el rojo, que salía al paso decorando edificios, convertido en parte de murales y en los códices.

Un color destinado para la realeza europea y los príncipes de la iglesia católica estaba aparentemente al alcance de muchas más manos en la zona cultural mesoamericana, desatando de inmediato la codicia entre aquellos que tenían algún tipo de conocimiento sobre el costo de los tintes. El color rojo, ha sido históricamente el más difícil de obtener en el mundo, por ello durante siglos se le dio un lugar de preeminencia, dado que al ser complicado de conseguir y escasos los medios para obtenerlo, se convertía en un tinte muy caro, fuera del alcance de la mayoría de la población.

Nocheztli, que significa sangre de tunas en lengua náhuatl, fue el primer término que conoció el europeo para nombrar al causante de la pigmentación roja en Mesoamerica; sin embargo varias culturas poseían vocablos distintos para nombrar al mismo culpable, tales como Induco en mixteco, Bi-yaa en zapoteco, Mucay en maya, Gal mojua en chontal, Charapeti yustaca en purépecha, Chujk ak en quiché, Kooni en chantino, por nombrar algunas de las lenguas autóctonas que existen en la actualidad y que poseen un vocablo para el efecto.

El nocheztli, bautizado por los españoles como grana y cochinilla, o grana cochinilla fue de inmediato un producto que desató ambiciones y que a una velocidad sorprendente creó un mercado más allá de los mares. La primera exportación del colorante de la que se tiene registro, se llevó a efecto en 1523, apenas dos años después de la caída de Tenochtitlán, obedeciendo a una petición expresa del emperador Carlos V, quien gracias a la segunda “Carta de relación” de Hernán Cortés obtuvo noticias de la existencia de los diversos colorantes mexicanos.

El tinte proveniente del insecto mexicano tuvo un éxito tan grande, que los ropajes de Cardenales y la guardia Vaticana se tiñeron con él desde mediados del siglo XVI y hasta principios del siglo XX. Como datos curiosos, es digno de hacer notar que los mantos de la familia real y las chaquetas de gala del ejército británico se tiñen desde el siglo XVI con su tinte. Además, los hermanos franceses Gobelin hicieron uso de los diversos matices de rojo que podían producirse para iluminar los famosos tapices llamados “gobelinos”, que a pesar de los cientos de años de haber sido elaborados conservan sus tonos firmes.

El termino “granado” utilizado para hacer alusión a algo ilustre y notable, proviene de “grana” una de las denominaciones del insecto, por el hecho, de que para poder comprar el colorante, se debe tener una posición económica muy buena, por lo tanto, sólo se forma parte de lo más granado de la sociedad teniendo dinero suficiente como para comprar grana.

De 1560 y hasta 1810 la trascendencia económica del insecto fue tan grande que significaba el 70% de las exportaciones no metálicas de Nueva España, solamente el oro y la plata, metales preciosos obtenidos también en estas latitudes, superaban lo recaudado por la grana. Sin embargo el siglo XIX trajo consigo una singular aportación: las anilinas, colorantes artificiales que a un precio mucho menor pueden producir casi cualquier tono deseado. Su aparición así como el proceso de independencia nacional dieron un tiro de gracia a la industria de la grana cochinilla mexicana, que fue prácticamente destruida. Encontrando en otras latitudes la oportunidad de desarrollarse, especialmente en Sudamérica e Islas Canarias.

México fue el lugar de origen y expansión del Dactylopius coccus Costa, ahora después de casi 500 años es el segundo consumidor mundial y su producción es prácticamente artesanal, el mercado interno debe de hacer uso de la importación del producto para poder responder a la necesidad del mismo.

Los usos del colorante natural son enormes, en la industria textil, a raíz del descubrimiento de que ciertos colorantes artificiales pueden causar cáncer en la piel ha vuelto a tomar importancia; en la cosmética, en la alimenticia, en la artesanal. Se sabe que las propiedades del mismo permitirán emplearlo en un futuro inmediato para elaboración de productos contra el cáncer, es probable que se le encuentre según estudiosos en la materia un uso como antiviral y para disolver cálculos renales.

Los científicos del mundo han volteado la mirada al pasado para encontrar una fuente natural de tintura que sea segura y garantice el abasto, no sería extraño que dentro de pocos años, de continuar la tendencia que apunta hacia un repunte de sus ventas, podamos ver cómo la sangre de los dioses mexicanos circule una vez más en grandes cantidades por los mercados mundiales; en México no podemos quedarnos con los brazos cruzados ante esta segunda oportunidad que aparece en el horizonte del “oro rojo” mexicano Dactylopius coccus Costa.


Fernando Villaseñor Ulloa